La Universidad

MARAVILLOSO SUEÑO

Tras acabar selectividad o el examen de prueba de mayores de veinticinco años, estás deseando comenzar con lo que realmente te gusta. Al fin dejarás de rodearlo, para poder acceder a lo que realmente te apasiona. Ya no tendrás que aguantar profesores desencantados por su profesión, profesores sin educación, profesores amargados…

Pero no es así. Empiezas la Universidad, y resulta que está BOLONIA.

Que estás obligado de nuevo a acudir a clases, a aguantar a profesores que lo primero que te dicen es que NO HAY TIEMPO. Que hay poco tiempo para el gran temario, que hay que asistir a clase todos los días, porque sino no te dan nosecuantos puntos de asistencia. Y claro, las prácticas son para que vayamos acostumbrándonos a las oposiciones. ¿Y si yo no quiero hacer oposiciones?

Y claro, en las oposiciones o en las entrevistas te puede decir el empresario o tu futuro jefe, que tienes diez minutos, o lo mismo veinte. Que vamos, que tenéis que ir aprendiendo… ¡Qué hay que hacer lo que te pidan! ¡A quién no le guste le espera no tener nada en la vida!

Y claro, está genial que de repente diga la profesora que si estáis allí es porque ella lo ha querido. Que ella u otros profesores NOS HAN APROBADO.

Así que nada, les debemos la vida.

Ahora te puedes encontrar haciendo un grado. Algo que enfocan al mercado, porque somos mercancía. Pero no pasa nada, porque hasta que encuentres trabajo, tardarás unos años. Aunque quizás a veces logres entrar en empresas como el Telepizza, en la cual te pagarán una miseria y te jugarás la vida si ellos lo desean. Empresas que alimentan el recorte de los derechos del trabajador.

Esos profesores, quizás no sean todos iguales, no seamos injustos juzgándoles. Pero generalmente tendrás a un profesor o a una profesora que estará especializada en Contemporánea, y da la casualidad que te tiene que dar Historia Medieval. No, si culpa no es. En realidad la culpa no existe.

Pero vamos, que tanto ella como tú, tendréis una idea absolutamente confundida de la asignatura, cuando terminéis el curso. Porque sólo te permitirá el conocimiento que recibas, saber por encima del tema, lo necesario para creerte que sabes mucho y que dejes de pensar que te están robando.

Porque la educación la pagamos todos. Claro que nos quieren hacer creer que no. Que es un regalo. Démosles las gracias.

El ir a clase si consigues aguantar no dejar de ir (a consecuencia de que te entrarán ganas de salir de fiesta continuamente, o que decidas que hacer ganchillo es más “productivo” y provoca más felicidad…) te dedicarás las clases a tomar apuntes como un autómata, o incluso dormirás las horas que no duermas. (a consecuencia que desees hacer cosas verdaderamente bellas durante las tardes y las madrugadas)

PORQUE OTRA COSA NO, PERO LAS CLASES SANAN A LOS QUE PADECEN IMSOMIO.