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martes, 14 de mayo de 2013


Después de ver campos de cebada tan verdes...
Ternura hecha luz...
y abrazos de olor a tomillo.

Puedo dormir con el viento.

Y que bien que vuelva a dormir con el viento,
que se vuelve brisa para mecerme entre sus brazos.

miércoles, 24 de abril de 2013

La teoría del Zash!

Es la siguiente:

Justo cuando estás diciendo que nadie es sincero y que nadie te ama de manera directa, que te gustaría  un ZASH...

Alguien te da un ZASH y echas a correr.
El primer ZASH quizás de tu vida y te acojonas...Y no le correspondes.


Después del dolor, somos cobardes.

Espero que este dolor finalice y pueda dejar de ser cobarde con la vida.

Y espero que pueda volver a amar y a hacer ZASH sin miedo a nada.



jueves, 4 de abril de 2013

Pregúntale...

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Pregúntale del tiempo,
y a ver si se acuerda de mi.
Pregúntale si es cierto
que nadie la ve sonreír.

Pregúntale que añora
y en qué piensa cuando llora.
Pregúntale si el tiempo
cambia o sigue lloviendo...




Y con el primer baño del año, y con el agua helada, reviví.
¿Ahora no hay nada dentro mío?
Volví a mis 16 años. Cuando tuve que dejar de amar. ¡Qué difícil dejar de amar!
Pero sé que he revivido, y voy a seguir hacia adelante.
Y tras el baño, me encontré con casi 22...
Me encontré que había vuelto a olvidar como se besaba, y unos labios me despertaron...
¡Con 21 y no recordaba besar!
¡Y qué más da! Si he vuelto a la edad de preescolar...
Pero ahora, he conquistado la Soledad, es a la única que conquisté por ahora.. Incluso a veces jugamos al mus, o hacemos sudokus.
¡Ya me la he camelado, nunca más nos separaremos!





domingo, 31 de marzo de 2013

Y la vida siguió, como siguen las cosas...



No sé quién está en el olvido...
Pero yo siempre despierto,
esta vez tras un desmayo,
tras sangre...

Y a la mañana siguiente me río,
aunque tenga magulladuras.
Aunque por momentos,
tenga ganas de llamarte.

Si esos besos antes del desmayo,
pudiera recordarlos,
sonreiría.

El miedo les aprisiona,
no les deja amar.
Y solo huyen de la felicidad.

Huyen de sus sueños,
se acomodan en lo estable.
Tengo suerte,
nunca termino odiándolos.

Y ahora,
a lamerme las heridas.