A medida que voy creciendo (en años, porque en altura ya no crezco más) pienso que no hay que dar nada por conquistado.
Mi abuelo dice: no hay que perder la ilusión, ni hay que dejar de creer en lo que consideramos importante y necesario. No hay que darse por vencido. Hay que amar la vida. Hay también que dejarse amar.
Y esto se puede llevar a todos los campos de la vida.
Lo que también me gusta de mi abuelo, es que siempre sonríe. Y que aunque pudiera ser que esto que escribo no lo hubiese dicho nunca en mi presencia, sé que lo piensa, y siempre lo ha pensado.
Y menos mal que hay personas que piensan así.
Este podría ser un homenaje a mi abuelo o a personas como él, pero no lo es.
Posdata: hoy vi de nuevo una película preciosa, que recomiendo. Cinema Paradiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario