Pero una energía me inunda a cada momento.
Destrucción, creación.
Estoy entre paréntesis, puntos y comas.
Ahora soy un nuevo caballo galopando por la orilla del mar.
Un desconocido para si mismo.
Las burbujas me sonríen al pasar,
se acercan,
me lamen, me mecen,
y cuando voy a tocarlas se me escurren entre las grietas de mis dedos,
de mi sonrisa...
El egoísmo del crear me llama.
Y me pregunto si seré capaz de apartar un poco este amor general,
de mi espalda.
Para pararme a retratar.
En cuanto toco el pigmento,
siento que todos se van a escapar.
Pero si me sumerjo en la burbuja
que se crea en la boca del nacimiento,
me olvido de esos temores...
Y solo queda el desafío.
Mauh
Mauh
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