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jueves, 19 de abril de 2012

Desahogo número 3249438434933043403243 millones.

Quieren que todos seamos consumidores.
Y quieren que igual que consumimos productos de manera aleatoria y desechable, consumamos personas y relaciones.
¿Para qué intentar entender a esa persona? ¿Para qué intentar ver lo que le gusta?
¿Para qué cambiar mi vida EGOCÉNTRICA un poco, por compartirla con otra persona?
Deseamos tener cariño, amistad, amor, y sexo, todo rápidamente, de manera que nos cueste el mínimo esfuerzo.
Y que todo esto, sea como imaginamos o soñamos.
Que si eres mujer seas como dice la moda o el canon de belleza, que si eres hombre, no llores, seas más fuerte que las mujeres y perfecto...
Las mujeres como en las novelas rosas o en el porno. Los hombres como el porno o las películas de amor.

Y que éstas sensaciones, experiencias y sentimientos, no nos inunden, ni nos hagan crecer como personas, ni que nos aumenten la libertad...¿Para qué ser libres?
Si es más fácil dejar que otras personas decidan como vas ha hacer el amor, es más fácil dejar que otras personas decidan como debes actuar, que decidan que debes decir y hacer...
¿Sexo?
Pues debes hacer tales técnicas, y si eres hombre debes hacer tales cosas, si eres mujer tales otras. Porque sino no vas a satisfacer a tu compañer@. Si no le haces tales cosas, de hecho, te dejará. Te abandonará.

Es lo que se ve en la televisión, en las tele-novelas, en las películas...¡Y ES CIERTO! Ni se te ocurra desear vivir sólo o sola. Ni ser independiente.

No es extraño que las personas anden por las calles reflejando una insatisfacción que  van dejando a su paso. Y no me extraña que nadie esté feliz, y no me extraña que nadie quiera ser solidario o que desee compartir, porque es prioritario satisfacerse a uno mismo. Al menos eso te dice la publicidad, los libros de auto-ayuda, la experiencia de relaciones anteriores que eliminaron tu libertad...Porque eso sí, no creas que las cosas cambian, siempre vas a tener las mismas relaciones, olvídate de evolucionar.

Estoy amargad@.
Bien, lo primero es reconocerlo ante uno mism@. Vale, ahora que ya lo sabemos, en vez de afrontar la realidad, y buscar la causa, vayamos a amargar a otra persona. ¿Dónde? Da lo mismo, en cualquier sitio vale.
En el trabajo, en la calle...
Y si no es suficiente con amargar la existencia de otro ser humano, también podemos intentar destruir su dignidad, o eliminar: sus derechos, sus sueños, sus sentimientos bellos, su positividad, su libertad, su vida...

[Esto es un desahogo, un lujo que me doy en este mundo que censura de mil maneras. Yo no voy a resolverle la vida a nadie, que no soy quien. Porque nadie más que uno mismo, se puede resolver sus propios problemas de manera satisfactoria, aunque( la televisión, el abogado, el psicólogo, tu suegra, tu madre...) te digan lo contrario, es cierto. Nadie puede resolverte tus problemas y tu vida, sólo tú mism@.]

Así que no te quedes auto-compadeciéndote mucho tiempo. La auto-compasión es interesante para sentirla una vez en la vida y aprender de la experiencia, y así saltar y luchar por la vida, pero no sirve para mucho más.


1 comentario:

  1. Me has echo pensar, incluso también yo me he desahogadoleyéndote y sobretodo me has dado fuerza, gracias =)

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